Los momentos sublimes - Sor Juana de avila

Lunes, noviembre 4 2013
LOS MOMENTOS SUBLIMES

Es cierto que en mi monasterio donde todas las monjas están dedicadas a buscar la Presencia del Señor se puede decir que es más fácil encontrarlo pues  les digo para su conocimiento que aquí también se realiza una vida con que seres a veces domésticos, horas de tejido, bordado, lectura, misas, de aseo, de cultivo de especies para alimentarnos también trabajo en jardines con flores y frutos en sí es un pequeño pueblo pero existe una diferencia aquí debe hacerse todo en armonía y sin esperar una recompensa económica por lo que hacemos así la búsqueda del CRISTOS de Nuestro Señor se realiza en solitario, en nuestra celda como también vosotros podéis hacerlo en vuestra habitación lo principal e importante es que lo hagáis de corazón pues ahí radica la diferencia entre querer intelectualizar a DIOS y descubrirlo a través del pensamiento aunque hay personas que hacen de eso una ciencia ,la ciencia del conocimiento de DIOS, los induces lo llaman Jnana Yoga. y los crisis llegaron a la más alta expresión del intelecto comprendiendo desde su parte espiritual el conocimiento venido de DIOS a ellos, era un estado intuitivo, muy elevado que les permitió por esta vía conectarse con el conocimiento del ALTÍSIMO.

La vía que precise para ir limpiando mi vida fue la renuncia de los apegos mundanos pues aunque no lo creamos estamos apegados a muchas cosas, quizá una alhaja, un adorno, una foto, un cuadro, ciertas cosas que nos brindan placer como los juegos, también los vicios, la comida, el confort o comodidad, nuestra cama mullida, en si generamos muchos apegos luego están los apegos familiares, a los padres, hijos, hermanos, sobrinos, primos, amigos, amigas, nuestros confidentes, otros tipos de apegos son a nuestra intelectualidad, a valorar a las personas por lo que tienen en lugar de lo que son, a otros por lo que saben y no por su ser, entonces categorizamos, tenemos en más alta estima a algunos que a otros también esto es un apego; el orgullo es otra forma de apego pues me creo fulano de tal, que tengo una posición x, tengo tales vienes, una carrera, títulos, propiedades, objetos, personas a mi cargo, fortuna y dispongo y hago lo que quiero, todo eso no es más que un gran apego y estructuro mi vida en base a eso codeándome o entablando relaciones con los de mi misma clase no porque sean mejores o más capaces o tengan un mayor desenvolvimiento espiritual sino solamente por el clasismo, por la estructura social que tenemos arraigada, así hay una gran lista de apegos de los cuales tenemos que irnos deshaciendo, limpiando, hasta nuestra capacidad crítica es un apego y nos enfrascamos en esa disyuntiva del ser o no ser.

Así ingrese en esta limpieza de todos estos apegos, costumbres que impedían que mi espíritu se expresara pues había sido condicionada desde pequeña a representar un papel ante la sociedad a hacer lo que mis padres querían que fuera y sin darme cuenta había estado representando ese papel quien si es un formalismo que es un apego a alguna tradición arraigada en la familia, así empecé a soltar las amarras que me ataban a todos esos conceptos, esas formas de pensar estrechas y caducas que no dejaban extender las alas de mi ser para volar al encuentro del PADRE, hacer esto es una tarea continua casi diaria de reflexión y una toma de conciencia de los motivos que están guiando nuestra vida, pues aunque no lo creamos cada uno de ellos se entrelaza y forman un piso por el cual caminas y es la base que estructura tu vida y a veces deshacerse de ese piso, romper esas estructuras cuesta, cada uno debe hacerse un autoanálisis de sus condiciones de lo que afecta a su vida y al ir descubriendo lo que le molesta, lo que entorpece su actuar de forma libre, nos sitúa por decirlo así en una dimensión más amplia que la que teníamos antes y liberarnos de esos apegos, de ésta forma cada día comprendía algo nuevo, algo de lo que iba liberándome y mi conexión con el SALVADOR se hizo más fuerte y fluida , a EL a quien contaba todas mis dichas y desgracias me miraba con sus ojos de ternura y compasión infinita en los cuales comprendía su gran amor por la humanidad, por mi, y eran momentos en que vivía como salida del cuerpo una expansión de mi ser ante su presencia, momentos maravillosos, no sé cuánto tiempo estaba en ese estado y no me quería desapegar de EL, hasta que comprendí que aún los estados de éxtasis son un apego pues la Presencia de DIOS no se tienen que vivir sólo en un arrobamiento sino en cada segundo de nuestra vida, comencé desde ese instante a percibir su Presencia en todos los lugares, en todos los momentos, en toda la existencia pues eran vitales para mi, era mi aire que sostenía mi vida y no me había dado cuenta que estaba allí nutriéndome cada día, viviendo conmigo siempre una pequeña comparación es cuando uno empieza a ser conciente de la respiración que es un método para darse cuenta como el aire penetra por tus fosas nasales, lo sientes en su conducto, por la garganta, acto seguido ingresa por la tráquea distribuyéndose por el árbol bronquial, llegando a los bronquios, bronquiolos y efluyendo en el cambio de átomos, moléculas a través de la sangre, cuando empiezas a ser conciente de esa respiración el mundo se acalla, tus percepciones se acrecientan, descubres la presencia de ese fluir energético, te vuelves más conciente, así es algo parecido a lo que sucede cuando empiezas a ser conciente del flujo de DIOS en toda la existencia.


Canalizado por el Maestro ELIATON y Maestra Sahori.

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